El articulo explora la manera en que los procesos de movilizacion social y de parcelacion de la propiedad enmarcada en el Plan Nacional de Reforma Agraria, que involucraron, entre 1958 y 1963, a un amplio sector de peones arrendatarios de una hacienda de los Andes narinenses, aparecen, casi cinco decadas despues, como objetos de explicacion y evaluacion moral. Analiza la importancia asignada en sus narraciones a la agencia de los actores implicados (campesinos, patrones y estado), se relacionan las variaciones en dicha asignacion con los marcos morales a que acuden para interpretar su pasado, y se rastrea el origen de estos ultimos en diferentes experiencias de subalternizacion a las que se han enfrentado. Sugiero que, al acudir a diferentes fuentes de evaluacion moral, se evidencia la existencia de multiples formas de subjetivacion originadas en sus relaciones con distintas formas de autoridad (patrones, iglesia y estado) y que aquellas conllevan diversas alternativas de posicionamiento frente a su pasado. Palabras clave: economia moral del recuerdo, agencia, narrativas, movimiento campesino, reforma agraria