Durante las últimas décadas se ha venido discutiendo en diferentes espacios la importancia de fomentar la investigación científica, pero también de que ésta siempre concluya debidamente. No se puede afirmar que una investigación ha concluido si ésta no se ha publicado. Por ello el proceso de publicación científica es fundamental y debe por ende ser ampliamente promovido, especialmente en los ámbitos académicos.