El proceso penal de menores se ha concebido como una forma especial de proceso empleada para reaccionar frente a una manifestacion de criminalidad considerada menos grave. El presente articulo pretende demostrar que, aun cuando el reconocimiento que se ha hecho de la naturaleza procesal penal del mecanismo de aplicacion del derecho penal sustantivo a los menores es una conquista en si misma, esta parcela del ordenamiento todavia requiere un desarrollo doctrinal mas amplio en paises como Espana y Colombia en los que su aplicacion se ha visto afectada por inconsistencias intrasistemicas y por las crecientes arremetidas del populismo punitivo. Particularmente en lo relativo a la aplicacion del principio de oportunidad, la introduccion de criterios para su aplicacion en la ley procesal de menores debe hacerse de cara a la realidad y luego de un analisis concienzudo acerca de las posibilidades de adelantar una intervencion protectora para el menor que comporte una verdadera alternativa democratica al drama del proceso penal tradicional