Un bebe pasa nueve meses en el vientre de la madre, a salvo, protegido del mundo externo, como para elaborar mejor la propia metamorfosis de pequeno embrion marino a mamifero terrestre, pasando por todas las etapas de la filogenesis. Durante estos nueve meses se construye un cuerpo, que lleva, se puede decir, la senal o la huella de una historia antigua (las diversas partes del cerebro son testimonio de esto). Cada vez mas el se impregna de las huellas dejadas por las emociones de la madre. Esta transmision entre el pensamiento de la madre y el cuerpo del nino es realmente una cosa asombrosa, como si el nino reprodujera un sistema de comunicacion que debe existir en la naturaleza y en el cual los mensajes pasan, sin lenguaje, de cuerpo a cuerpo, de materia a materia. Esto es lo que se llamara la comunicacion de inconsciente a inconsciente. Cuando esta proximo al nacimiento, el nino es portador de este dispositivo biologico perfectamente adaptado a una vida arcaica animal e instintual que debera perder u olvidar para aprender a convertirse en un pequeno humano.