Si se define la consciencia moral como capacidad de autocritica y debate en el marco de las exigencias reciprocas, el totalitarismo aparece como uno de sus principales desafios toda vez que se convirtio en banalizacion y aniquilacion de la vida. En este articulo se busca, a partir de algunos planteamientos de Hannah Arendt, analizar las posibilidades de la necesaria y constante natalidad de dicha consciencia, en medio de la tension con su alienacion. Para ello se desarrollaran los siguientes puntos: anulacion de la consciencia moral; reivindicacion de la facultad de juzgar; nexos con la discursividad narrativa; y el orden juridico y la reinvencion de la autocritica.