En el ano 2005 entro a regir un nuevo Codigo de Procedimiento Penal en Colombia, en el cual se plasman una serie de elementos que pretenden optimizar la justicia modernizando los procesos de investigacion con el fin de brindar garantias a los participantes en procesos penales, delimitar funciones de la Fiscalia, profesionalizar al investigador criminal, descongestionar los juzgados y atacar la corrupcion, entre otras finalidades. Se pretendia que se diera un cambio de paradigma o cambio cultural en la administracion de la justicia, ademas se esperaba un acercamiento de las ciencias denominadas duras a formar parte activa en los procesos de investigacion criminal, lo mismo que un auge en la criminalistica y la profesionalizacion del investigador criminal. La realidad muestra que todo esta en el papel aun y que no hay cambios significativos pues las mismas autoridades, abogados y fiscales, entre otros, creen que es lo mismo ser investigador forense, criminalista e investigador judicial o criminal, lo que genera mas incertidumbre que claridad a la hora de definir roles. Con este trabajo se pretende hacer claridad con respecto a cada uno de ellos e ilustrar la situacion que se presenta en la practica real.