Los acelerados, desiguales y conflictivos proyectos de modernizacion de ciudades colombianas se representan en variadas formas literarias dentro de las tendencias narrativas contemporaneas. Aparecen entonces singulares facturas textuales que ilustran la complejidad de los nuevos ritmos urbanos: la Bogota de Luis Fayad entre 1968 y 2003 y la Cartagena de Roberto Burgos Cantor entre 1980 y 1994; la primera como urbe con apariencia metropolitana, pero con sustrato tradicional; la segunda, como ejemplo de ciudad mediana, que parece deshacerse social y culturalmente frente al impacto de una modernizacion sin directrices claras.