Bogota, como toda metropolis, es una ciudad que expresa multiplicidad de vivencias en cada una de sus calles, y a lo largo de su historia su rostro ha variado de una manera cada vez mas notoria y acelerada. Curiosamente, a diferencia de nosotros sus habitantes que con los anos nos volvemos viejos, nuestra piel se llena de pliegues y nuestros cabellos se tornan plateados como simbolo de que lo inevitable esta cerca, la ciudad tiene un rostro que se esmera por parecer cada vez mas joven, sus calles nos dicen que, a pesar del caos imperante producto del frenesi de construccion, esta en la busqueda del progreso en forma constante.