Para quienes consideran la Medicina un saber cerrado, autonomo y puro, y a la Filosofia un esteril juego de palabras para jubilados u ociosos, el solo titulo de este ensayo puede resultarles inutil; podrian incluso llegar a pensar: ?como puede un filosofo atreverse a relacionar la estricta ciencia medica con las ambiguedades y los malabares filosoficos? ?acaso pueden tener algo en comun la Medicina interna de Harrison y el Tratado logico - filosofico de Wittgenstein? En este ensayo se parte de la premisa y se llega a la conclusion de que, efectivamente, si hay una estrecha relacion entre ambas, que comparten incluso una misma cuna.