El espacio domestico lo crea la gente al adoptar sus costumbres al lugar donde vive, y este lugar lo disenan los arquitectos. Es la gente quien se lo apropia y lo domestica a la larga, pero no necesariamente hay un entendimiento sustancial entre arquitectos y habitantes que establezca un imaginario unificado del espacio domestico. Por esto me parece justo hacer el balance entre el gusto habitacional del bogotano promedio y entre el gusto habitacional del arquitecto academico, y si estos dos coinciden realmente.