La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, con honda pesadumbre, ha visto desgranarse de una en una, sus mas preciadas unidades. Poner el pensamiento en dias que ya no volveran, revivir del pasado la imagen de maestros, companeros, amigos; evocar su afecto, rememorar el tesoro de sus altas virtudes; contemplar entre las brumas del ayer la bondad, el bien, la sinceridad, el talento; la magnitud del alma que se llevo la tumba, todo eso que se fue, que no pudimos detener, que quiza no supimos valorar y acaso no quisimos comprender, que no volvera nunca ... mision acariciante en su amargura, que a la par nos consuela y nos hiere.