El presente trabajo propone una exploracion psicosocial, desde una perspectiva cualitativa del analisis de contenido, a la forma en que la prensa escrita colombiana puso en circulacion versiones de orientacion, tanto positiva (ciudadano ideal, heroe) como negativa (desconector de vinculos sociales, nueva victima), de la figura del informante, durante el primer ano de gobierno (2002-2003) del Presidente Alvaro Uribe Velez, entendida esta como eje central de su estrategia de seguridad democratica. Se plantea que dicha practica discursiva, que tradicionalmente la sociedad colombiana ha juzgado como muestra de deslealtad comunitaria y debilidad moral y tiene categorizada con el termino de “sapo”, ahora pasa a ser reivindicada por el gobierno como una practica civil deseable y necesaria, como el gran aporte solidario de la ciudadania la para la construccion de una sociedad en paz. Se plantea la Red de Informantes como parte de una gran estrategia general de gobierno orientada, no solo a ejercer control sobre la seguridad ciudadana, sino dirigida tambien a controlar las formas de organizacion, participacion y movilizacion comunitaria, asi como la colonizacion de la subjetividad y conducta de los ciudadanos