El presente articulo muestra como la interpretacion schopenhaueriana de los acontecimientos historicos de la modernidad –una epoca en si misma desgarrada– abre el camino para el desarrollo de una cierta tristeza reflexiva, que en cuanto tal, pone al descubierto de manera cruda las profundas contradicciones del mundo historico vividas por el individuo concreto, en aislamiento social y sin posibilidad de una compensacion plena. Por esta razon, esta forma de tristeza reflexiva se levanta contra la pretension hegeliana de realizar una comprension filosofica de la historia que armonice las pretensiones particulares del individuo con el decurso de la historia universal.