Victor Hugo desde nino supo la atrocidad que era la pena de muerte. Toda su vida la rechazo y en Nuestra Senora de Paris hizo publica, a traves de unos personajes magistrales, su opinion. El rechazo a la condicion de gitana de Esmeralda, protagonista de la novela, es el vivo reflejo de la sociedad parisina del siglo XV, que, aunque atraida por las piruetas de unos gitanos en las plazas publicas, asimismo condenaba esa atraccion, llevando a la horca a los supuestos herejes. Lo que importaba era seguir las ordenes del rey Luis XI, asi fueran injustas. Vemos de esta forma como, a pesar de la lucha del jorobado Quasimodo, o la madre de Esmeralda, pareciera que la pena de muerte debiera aplicarse por el solo hecho de encantar a un pueblo a traves de una pequena cabra llamada Djali. Es la opresion que campea por el libro, y los personajes, batiendose por el amor de una bella mujer, llegan a hacerse polvo. La critica al poder de Victor Hugo es evidente, pues, independiente del rango social en que estan los seres humanos, a todos los iguala con el rasero de la muerte. Muere la gitana pero el rey Luis XI, en su decrepitud, no refleja propiamente la victoria. ?Quien esta por encima de quien?