A partir de la tesis de que el oir humano es un oir escoltado por el lenguaje, el texto indaga por las implicaciones comunicativas que entrana la audicion (o, si se prefiere, la escucha) de los signos expresivos al momento de entablar una conversacion. Para tal fin, el texto se desagrega en tres apartados de extension desigual. En cada uno de ellos, a su vez, se expone una consideracion diferente, a saber: en el primero, la relevancia cognitiva que supone escuchar lo que el otro hace con su voz; en el segundo, la significacion de la expresion figurada aguzar el oido y su importancia a la hora de mantener a raya los malentendidos y, en el tercero, el cometido pragmatico de la escucha en sus complejas relaciones con los denominados actos de habla