La discriminacion por razones de genero o por la orientacion sexual de las personas es una inocultable realidad a la cual tampoco escapa el derecho penal. En efecto la desigualdad de trato basada en razones de genero o de orientacion sexual se puede manifestar en la manera como se disenan y aprueban las leyes penales o en los criterios que se tienen en cuenta al momento de su aplicacion. Ello obedece, en gran medida, al caracter tendencialmente selectivo y desigual del sistema penal1 que se manifiesta desde el proceso mismo de definicion de lo que se considera