En este ensayo reflexiono sobre algunas formas de resistencia femenina ante el ejercicio de violencia del hombre en la familia, basado en algunos aspectos de mi historia familiar, reconstruidos a partir de la memoria. A pesar de constituir un planteamiento desde la subjetividad, esta es puesta en dialogo con los analisis culturales de genero, senalando como la sociedad occidental pone en desventaja a las mujeres —dado el poder que ostentan los hombres bajo la figura de «proveedores del hogar»— pero al mismo tiempo, las mujeres movilizan estrategias que resquebrajan ese poder. En tal proceso influye el crecimiento fisicoemocional de los hijos; el aumento de la generacion de ingresos de la mujer; y la perdida de fuerza fisica y simbolica del hombre, factores que potencian lo que llamo un «empoderamiento familiar» .