La Ley 975 de 2005, que consagra un proceso de justicia transicional y restaurativa, tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporacion individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los derechos de las victimas a la verdad, justicia y reparacion, y a la no repeticion de estos abusos; lo que conlleva a destacar el rol que cumple la victima dentro de este procedimiento, constituyendose como la protagonista del mismo y condicionando a los postulados al beneficio que el proceso de Justicia y Paz consagra, como el caso de la alternatividad penal, y finalmente garantizarles el derecho a la reparacion integral de los perjuicios sufridos como consecuencia de las graves violaciones a los derechos humanos a los que fueron sometidas. Este articulo tiene por objetivo mostrar el papel del representante judicial para que las victimas puedan lograr esto.