Una de las dimensiones fundamentales de la Palabra de Dios consiste en descubrirla como una verdadera « Escuela de oracion»; pues detras de cada expresion biblica, se encuentra la « voz silenciosa» de un papa amoroso, quien busca recrear cada dia a sus hijos e hijas para hacer de las comunidades una gran familia. El autor desarrolla estos argumentos estudiando en forma detenida el Salmo 150, el cual entrecierra la puerta de las «Alabanzas» en Israel, pero a la vez deja abierto un espacio para forjar nuestros propios salmos en el trasegar de la historia cotidiana.