La familia parece hacer perdido progresivamente sus funciones. Ya no es la sede exclusiva de la formacion de los individuos. Las instituciones escolares se han hecho cargo de la mayor parte de la educacion de los hijos. La movilidad de la mano de obra provoca tambien la transferencia de la funcion de seguridad social a organismos publicos, lo cual origina una disminucion de la solidaridad tradicional. Junto a la perdida defunciones, se lamenta la disgregacion de los sentimientos familiares, el fin de la autoridad paterna y con ella la crisis de la funcion del padre. La familia queda reducida al lugar de la afectividad y celula de consumo. Liberada de ciertas funciones sociales, no disminuye las exigencias; alejada de la familia amplia, no es facil garantizar la seguridad afectiva de los hijos. Los vinculos cotidianos y materiales ya no son suficientes para cimentar la vida de la familia. Al lado de la afectividad la familia debe atender las necesidades espirituales de cada uno de sus miembros. La vida psiquica se convierte poco a poco en la base fundamental de la vida familiar, desplazando a un segundo termino la familia unidad economica y de servicio cotidiano.