Desde 1934 en que Holger MolIgaar presento a la Sociedad Danesa de Medicina interna, su interesante comunicacion sobre la crisoterapia de la tuberculosis, fue la via indovenosa la que se uso generalmente para la administracion de las sales de oro, hasta que Augusto Lurniere y Perrin, presentaron su nuevo producto, la Alocrisina, para la inyeccion intramuscular que parecio ser mas eficaz que la via intravenosa, pues daba lugar a menos accidentes a causa de su absorcion mas lenta y mayor prolongacion de su accion, por su mas lenta eliminacion.