Las mujeres son las que tienen que sembrar, ellas gestan y paren, pueden ensenar a la semilla y a la planta a reproducirse, no nosotros los hombres que no cumplimos con estos menesteres dice Santa Gertrudis que le arguian los indios del oriente colombiano, cuando pretendia cambiar el reparto del trabajo por sexos, en una comunidad nativa durante el pasado colonial. Desde entonces nosotros, y desde un pasado mas distante, los territorios de cada sexo han sido tajantemente definidos. Se asegura que el antepasado arboricola al invadir las sabanas africanas saliendose del habitat selvatico e iniciar erecto las tareas de cazador, utilizando instrumentos de lucha, definio el rol hogareno de la mujer, dejandola fuera de las tareas de sobrevivencia al cuidado de sus crias. Proteccion del macho y sumision de la hembra y de los hijos pequenos, se concluye, resultaron de ese reparto de supervivencia humana. A esta deduccion biologica, que afinca el poder de un genero por otro, segun algunos autores, puede arguirse que aun hoy dia, en muchas especies animales - felinos y aves- la hembra en etapa de crianza cumple con mas empuje que su companero la tarea de providente.