El debate sobre la sentencia del pasado 19 de noviembre de 2012, proferida por la Corte internacional de Justicia, con sede en La Haya, en el litigio sobre delimitacion maritima y territorial entre Nicaragua y Colombia, tiene interes por varias razones. En primer lugar, porque el Gobierno colombiano ha manifestado que no aplicara el fallo “hasta garantizar que los derechos de los colombianos esten bien defendidos”, ante la perdida de alrededor de 80 mil kilometros cuadrados de invaluables areas marinas y submarinas. En segundo lugar, porque este caso puede aportar ensenanzas y servir de estimulo para empezar a corregir las persistentes fallas de la politica internacional de Colombia.