Los procesos culturales contemporaneos nos colocan –entre muchas otras– ante experiencias muy especificas en torno al problema de las memorias. Los procesos acelerados de una globalizacion que parecen homogeneizar la casi totalidad de las experiencias humanas, se ven confrontados con la reivindicacion de particularismos, y de identidades que afincan sus «fundamentos» en las memorias colectivas e individuales. Mas alla de la pertinencia y de la eficacia de estas reivindicaciones, la pregunta que se quiere rescatar –justamente porque lasuposicion de una respuesta obvia no es evidente– es esta: ?De que memorias estamos hablando cuando su cultivo, su cuidado, su promocion y su gestion aparecen como una especie de obsesion en nuestra situacion actual?