En el extenso y variopinto campo psicoanalitico, algunos han creido que el superyo, por ser un dique contra los deseos incestuosos, es totalmente normativo y regulador de los vinculos humanos. Incluso algunos han sostenido que la instauracion del mismo en el psiquismo, consagra la autonomia del sujeto. Para Freud y Lacan, es todo lo contrario.1 Indagar acerca de esa instancia psiquica, planteada por el fundador del psicoanalisis, y ver su otra cara, aquella que exhibe crueldad y sadismo, nos podria ayudar a saber mas acerca del sufrimiento que generan los sintomas, de la angustia y de la inoperancia de la ley en muchos casos y en muchos aspectos de la vida en sociedad. Esto ultimo se traduce en que, a pesar de las leyes, mandatos y campanas de promocion, se sigan presentando comportamientos que indican excesos pulsionales, tanto de la sexualidad como de la agresividad