Los pueblos indígenas del mundo ante el cambio climático son, por un lado, víctimas, por el hecho de ser un grupo afectado de manera desproporcionada, y por el otro, potenciales protagonistas, en virtud de la conservación que hacen de su entorno. Bajo la noción de territorio que nos ofrece el giro ontológico en la antropología, este escrito busca mostrar cómo las instituciones jurídicas que regulan el territorio indígena en Colombia logran, desde una perspectiva normativa, el reconocimiento y la protección que esta situación de emergencia climática amerita.