La generación de combustibles a partir de productos agrícolas llamados agro-combustibles o biocombustibles ha sido impulsada recientemente como alternativa a los altos precios del petróleo y la contaminación debida al dióxido de carbono. Debido a que las materias primas usadas para la obtención de bioetanol o biodiesel son empleados original y primordialmente en la producción de alimentación humana, esta alternativa plantea un dilema para los productores frente al uso del suelo, en especial al sopesar los precios