Con posterioridad a la primera mitad de siglo XIX, algunos sectoreshegemónicos de la sociedad asentada en la región que en la Colombia de entoncescorrespondía a la provincia antioqueña, fueron concentrando cada vez suinterés en la construcción de un modelo de hombre antioqueño caracterizado por susbuenas costumbres y virtudes públicas y privadas, y, sobre todo, por su vocaciónpor el propio progreso económico y material.. Ese ideal, aunque era más expresión demotivaciones propias de las clases altas y de los gobernantes regionales, fuepromulgado y propuesto como obligante para el resto de los pobladores.