Se sustenta brevemente la teoría de la armonía del universo, a partir principalmente del pensamiento de Nicolás de Cusa, en oposición a quienes afirman que lo que prevalece es el caos. De allí, que sean más bien las intervenciones caóticas sobre la naturaleza las que generen desorden en una naturaleza creada por un Dios Bueno, que imprimía su impronta del Bien en todo lo que hacía, siendo la ciencia y la tecnología las máximas expresiones de esta huella.