A mediados de 1976, recién posesionado como Arzobispo de Manizales Monseñor José de Jesús Pimiento, solicitó ideas a las personas pertenecientes a la curia con el fin de dejar alguna obra en la conmemoración de los 75 años de la arquidiócesis. Por esa misma época, la universidad pública pasaba por una gran crisis y en nuestra ciudad se presentaban desórdenes que habían ocasionado el fallecimiento de un estudiante, en enfrentamientos con la policía. El Padre Leopoldo Peláez Arbeláez, que en aquel momento se desempeñaba como Rector del Colegio Seminario Menor, le presentó al arzobispo la idea con la prospectiva de crear una Universidad Pontificia de Nuestra Señora del Rosario, única obra en la línea de la educación que no tenía la curia, pues ya se contaba con el Colegio Mayor de Nuestra Señora (diurno y nocturno), el Liceo Arquidiocesano de Nuestra Señora (LANS), el Colegio Seminario Menor, el Seminario Mayor, donde se impartía Filosofía y Teología, y el CECAM (Antiguo ICLA). El señor Arzobispo leyó el proyecto y no hizo comentario alguno.