En el Plan de Desarrollo del pasado gobierno, "Cambio para Construir la Paz", se pueden inferir múltiples aspectos tanto en el orden de los procesos conducentes a su objetivo terminal, como en orden a sus elementos constitutivos.Entre unos y otros, cual articulación de medios afines, es destacable teóricamente la pretensión de acceder a una sociedad en donde la alegría preceda y presida la vida ciudadana. Sería también una organización social en donde contrariamente a las visiones apocalípticas sobre nuestro destino como nación, nos encontraríamos soportados en la confianza entre las gentes. Elementos consustanciales a toda sociedad moderna regirían el desenvolvimiento de todos y cada uno de los habitantes del territorio nacional y sus disímiles regiones. Tales elementos, traducidos en principios, animarían a los colombianos a seguir construyendo ciudadanía y nación. Por ello, el diálogo permanente en los más variados espacios se constituye en forma y contenido privilegiado frente a los conflictos que depara la existencia de la vida social e igualmente la reconciliación como medio, estaría invitando a la recuperación de nuestros patrimonios históricos y culturales, plataforma de lanzamiento de la inmensa capacidad productiva de los colombianos.