En el sitio de establecimiento del cultivo se destacan el suelo y el clima como determinantes de la producción. Las características físicas y químicas del suelo influyen directamente sobre la disponibilidad de nutrientes, oxígeno y agua para la planta, y dentro de las condiciones climáticas se destacan la disponibilidad energética, representada en la radiación solar y la temperatura, y el déficit de presión de vapor, que interviene directamente en el intercambio gaseoso, ambos (clima y suelo) influyen en la acumulación de biomasa.