La educación policial y el surgimiento de las diferentes direcciones y especialidades del servicio de policía están estrechamente relacionados con la transformación en los escenarios sociales, políticos, económicos y culturales del país. Por ello, es necesario explicar el contexto histórico de tales escenarios y su incidencia en la Policía Nacional, específicamente, en la educación policial, con el fin de evidenciar los diferentes argumentos que han sustentado los cambios en las políticas educativas y, por ende, en los enfoques de formación en la Institución. Estos cambios tienen como objetivo formar al hombre y a la mujer policías para dar respuesta de manera efectiva a las expectativas que la sociedad tiene con respecto al servicio de policía y a las necesidades que demanda de este. La Policía Nacional de Colombia, como soporte y garante de la convivencia y la seguridad ciudadana, ha contribuido al desarrollo del país. Su objetivo es salvaguardar la vida, los bienes y la honra de todos los colombianos en el territorio nacional, así como garantizar la convivencia pacífica. En relación con su evolución histórica, Mejía y Pico (2019) señalan lo siguiente: Colombia ha tenido cuerpos de policía que se han debatido entre el mantenimiento, recuperación de la seguridad y tranquilidad ciudadana, hasta la presencia de elementos totalmente militarizados dispuestos jurídicamente para acompañar a caudillos, jefes políticos o ejecutivos encargados de gobiernos federales. (p. 43) Este panorama, sin duda, ha influido en el actuar policial, el cual ha estado estrechamente relacionado con el contexto social y político del país, así como con la evolución de la violencia en el territorio. En coherencia con lo anterior, el actuar de la Policía Nacional ha adoptado un enfoque de naturaleza civil orientado a atender las problemáticas de la nación en un contexto social arraigado a la idiosincrasia del pueblo colombiano, pero también marcado, indudablemente, por ciclos de violencia. En su momento, un objetivo de la Policía Nacional fue darle prioridad a recuperar el orden público tras las amenazas de los rebeldes durante los primeros gobiernos del Frente Nacional. Como lo menciona la Constitución Política de 1886, la Policía era concebida como un cuerpo destinado a preservar el orden público de manera no represiva, como sí lo hacía el Ejército. La Policía entonces estaba conformada por civiles armados para la defensa, pero enfocados en la prevención. Con el correr de los años, esta concepción ha evolucionado. La Institución ha enfrentado cuestionamientos sobre el deber ser de la formación policial y, en conjunto con la sociedad, ha dado respuesta a las demandas del contexto. Este documento, con el consolidado de sus capítulos, se desarrolló siguiendo una ruta metodológica basada en un enfoque de investigación cualitativo. Se dio prioridad a los relatos y testimonios de los protagonistas directos de los hechos, de modo que, como lo plantean Hernández et al. (2014), buscando captar la representatividad de las voces de quienes vivieron las experiencias narradas. En este contexto, no se consideró significativo el número de entrevistados, sino el rol que desempeñaron en los momentos considerados históricos. Entre los participantes se encuentran exdirectores de Educación Policial, oficiales, suboficiales y asesores, quienes vivenciaron la génesis de cada hito y le otorgaron significado a los acontecimientos. Esto permitió que los eventos narrados trascendieran de ser simples datos fríos relacionados en fechas a representar la historia de la consolidación de la educación policial. También se llevó a cabo una revisión de documentos históricos tanto institucionales como externos, lo cual hizo posible sustentar el contenido de cada capítulo. El diseño de la investigación se planteó desde una perspectiva de narrativa histórica. Según Hernández et al. (2014), esta perspectiva busca presentar el desarrollo de los hechos mediante una cronología acompañada de una descripción detallada. En este caso, se describen los temas considerados como hitos en la evolución de la educación policial, basándose en un método de investigación histórico-lógico. Las etapas se definieron de la siguiente forma: en primer lugar, se identificó el problema de estudio, que consistió en la falta de un documento consolidado que reuniera los hitos de la educación policial, así como en la necesidad urgente de reconstruir esta historia para lograr un mayor reconocimiento y su apropiación por parte de los integrantes de la Policía Nacional y de personas ajenas a ella. Luego se realizó la recolección de datos a partir de la revisión o consulta de fuentes primarias, entre ellas, las siguientes: (a) resoluciones, decretos, leyes ministeriales y otras políticas institucionales; (b) los informes presentados al Ministerio de Educación Nacional (MEN), al Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y a diversas consultorías; (c) otros documentos verificados, como revistas históricas y científicas, videos, podcast, documentos e informes, entre otros, que abordan aspectos de la historia de las escuelas policiales, de Colombia y de la Institución. Como fuentes secundarias se consideraron los relatos y testimonios de los funcionarios que vivenciaron los diferentes hitos. Esta recolección de información se realizó mediante entrevistas semiestructuradas, las cuales fueron validadas por dos expertos en investigación, docentes adscritos a la Escuela de Postgrados de la Policía “Miguel Antonio Lleras Pizarro – ESPOL”. Una vez validado el instrumento, se convocaron las sesiones para llevar a cabo las entrevistas a funcionarios de las diferentes dependencias adscritas a la Dirección de Educación Policial (DIEPO), como la Vicerrectoría Académica, la Vicerrectoría de Proyección Social, la Oficina de Asuntos Jurídicos, el Grupo de Proyección Social, la Secretaría Académica, las facultades, la Oficina de Evaluación y Calidad Educativa, el Observatorio de la Educación Policial y el Centro de Idiomas. También participaron integrantes de la Policía Nacional (PONAL) provenientes de áreas como la Dirección de Incorporación (DINCO), la Oficina de Planeación (OFPLA), la Secretaría General (SEGEN), la Gerencia del Proyecto PNC y la Policía de Suecia. En la tercera fase, correspondiente al análisis de la información, se realizó la revisión y consolidación del documento. Además, mediante la triangulación de los datos coincidentes —tanto de los textos como de los diferentes testimonios que aportaron información relevante—, se validó la veracidad de la información. Esta validación fue posible ya que corresponde a la normatividad emitida por el Congreso de la República y los ministerios, así como a los testimonios de los exdirectores de la DIEPO y de algunos de sus asesores a lo largo de su historia. Como población participante en las entrevistas realizadas destacan dos generales exdirectores de la DIEPO, dos asesores, cuatro oficiales y cinco suboficiales. Además, se contó con la participación de funcionarios de diversas dependencias de la Policía Nacional que compartieron material fotográfico de sus archivos personales. Este material gráfico hizo posible visibilizar el paso de los años y complementó la información recolectada por medio tanto de los testimonios como de la revisión documental de las políticas y la normatividad educativa de la Institución.