El uso de la fuerza potencialmente letal es una habilidad primordial para el personal profesional de la Policía Nacional, toda vez que forma parte esencial de su capacitación y preparación, constituyéndose esto como un elemento cla- ve para su quehacer como policía. Por ello, es imperativo que los hombres y las mujeres de la institución desarrollen competencias del ser, saber y saber hacer,basadas en un conocimiento jurídico y táctico que potencie su servicio policial. Este enfoque, permite que la actividad policiaca no se centre únicamente en las habilidades y destrezas basadas en el manejo de armas de fuego. Una adecuada utilización de estas herramientas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de riesgo o confrontación. Asimismo, el conocimiento jurídico genera confianza en el personal y otorga legitimidad a las acciones realizadas frente a los diferentes grupos de interés. Sin embargo, la falta de un criterio unificado en la formación e instrucción, tanto en el campo jurídico como en el técnico y táctico, crea inconsistencias y variabilidad en los procesos de reentrenamiento. Esto dificulta la estandarización de las prácticas de tiro en la Policía Nacional. Además, la ausencia de directrices claras, conocimiento normativo y objetivos académicos bien definidos dificulta la preparación general del personal policial, lo que puede llevar a disparidades en la calidad del entrenamiento, la evaluación del desempeño y, especialmente, en la efectividad jurídica y táctica del servicio de policía. Metodológicamente, este artículo tiene un alcance exploratorio de tipo mixto. El levantamiento de información teórica y empírica se realizó en tres fases (levantamiento de información teórica, información empírica u original y fase de triangulación de la información).Como resultado de lo mencionado, se evidencia, por un lado, la necesidad de formación jurídica centrada en los derechos humanos, el derecho penal y ciencias jurídicas. Por el otro, se presenta una estrategia académica para el reentrenamiento efectivo en el uso de la fuerza potencialmente letal, con el fin de garantizar el fortalecimiento del conocimiento, habilidades y destrezas en el personal policial. Se concluye que una formación efectiva en temas jurídicos y tácticos mejora la calidad del servicio de policía, y por ende, se reduce el riesgo antijurídico y los posibles daños en la imagen institucional.