En este artículo, presentamos un caso clínico excepcionalmente raro y desafiante. Se trata de una mujer de 65 años que, mientras comía, ingirió accidentalmente una espina. Este cuerpo extraño, tras ser ingerido, migró desde el esófago proximal, hasta penetrar en la vena yugular interna izquierda. Este fenómeno inusual presentó como síntoma principal, disfagia alta de curso agudo, acompañada de un hematoma en el hemicuello izquierdo. Este caso no solo destaca la gravedad potencial de la ingesta accidental de cuerpos extraños, sino también la posibilidad de migración a localización infrecuentes potencialmente graves que conlleva a retos diagnósticos y terapéuticos. La migración de cuerpos extraños a través de los tejidos blandos y su posterior impacto en estructuras vasculares críticas son eventos extremadamente raros y requieren una intervención médica inmediata y especializada.