En Colombia, ha sido cuestionada la terna presidencial para ocupar el cargo de Fiscal General de la Nación durante el período 2024-2028. Se cree que, al estar conformada solo por mujeres y no proponer a ningún hombre, incurre en discriminación; por ende, en violación del principio de igualdad. Este artículo de reflexión pretende cuestionar este cuestionamiento. Para tal efecto, ofrece tres razones a favor de la no-discriminación de la actual terna presidencial. Primero, plantea que tal terna constituye una distinción de tratamiento no necesariamente discriminatoria. Segundo, establece que tal terna corrige parcialmente la injusticia histórica de la mujer en los escenarios de participación y elección. Tercero, pone de relieve que tal terna implica una acción afirmativa o medida positiva. Por último, y no por ello menos importante, invita al lector a re-direccionar el debate público hacia otros temas relacionados con ternas presidenciales y elección del Fiscal General que sí merecen una mayor atención, tales como, por ejemplo, la determinación de las causas que expliquen la tendencia de la Corte Suprema de Justicia a elegir hombres en lugar de mujeres, la incorporación de otros grupos históricamente minoritarios y la institucionalización de un concurso público de méritos.