El propósito del artículo es mostrar que la pretensión de dominio y control de la realidad que caracteriza a la filosofía de la modernidad temprana obedece a una cierta disposición ‘heroica’ presente en las premisas sugeridas por pensadores del talante de Nicolás Copérnico, Francis Bacon o René Descartes, entre otros. Para dichos filósofos, el asunto propio del pensar debía conducir de manera inequívoca al develamiento de una verdad irrefutable. Sin embargo, en el artículo se defiende la idea de que el ‘heroísmo’ de la filosofía de la modernidad temprana responde a la necesidad de afirmar la existencia humana frente a lo que Blumenberg denomina Absolutismus der Wirklichkeit. De este modo, contrario a la presunción de haber develado la arché fundante del cosmos expresado en la matematización del mundo, el conocimiento producido por la tradición filosófica de los siglos XVI y XVII puede comprenderse como una forma de mediación con el ser cuyos límites no recaen sobre los atributos propios del objeto, sino en las posibilidades humanas de relación y entendimiento de la realidad.