La corrupción es un problema mundial y tiene efectos en los ámbitos político, económico, social e incluso ambiental. Este fenómeno puede ser ejercido y contemplado por cualquier individuo en diversas situaciones de la vida cotidiana —personal, política, laboral y académica—, hacia las que las personas manifiestan una serie de actitudes, las cuales se requiere evaluar objetivamente. Se desarrolló un estudio empírico y cuantitativo, de tipo psicométrico y de carácter instrumental, con el objetivo de diseñar una escala para medición y evaluación de actitudes hacia la corrupción. Se llevó a cabo una revisión teórica a partir de la cual se construyó una tabla de especificaciones para establecer las dimensiones y el número de ítems pertinentes por cruce; se diseñaron los reactivos, que fueron sometidos a validación por jueces y, tras realizar los ajustes necesarios, la escala se aplicó a 386 adultos colombianos entre 18 y 83 años (M=26,73; DE=13,69). Luego, se adelantó un análisis factorial exploratorio, que agrupó los reactivos en tres factores: actitudes hacia la corrupción propia, actitudes hacia la corrupción ajena y actitudes hacia la corrupción en posiciones de poder. Asimismo, se realizaron análisis de confiabilidad, los cuales mostraron una alta consistencia interna y confiabilidad (alfa de Cronbach= 0,873; GLB= 0,938) y alta validez (varianza explicada del 51,6 %). Por último, se desarrollaron los baremos de calificación. En conclusión, la escala de evaluación de actitudes hacia la corrupción EAC-3 es un instrumento válido, confiable y consistente para su utilización en contexto colombiano, y se recomienda la evaluación de las actitudes hacia la corrupción como un indicador de riesgo hacia dicha conducta.