Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han cambiado la concepción del mundo, y por tanto de la salud. La Organización Mundial de la Salud define el manejo de las TIC como “el uso coste-efectivo y seguro de las tecnologías de la información y comunicación en apoyo a salud y a los ámbitos relacionados con la salud, incluyendo los servicios de atención sanitaria, vigilancia sanitaria, información en salud y educación, conocimiento e investigación en salud” (1). De este modo, se ven impactados los indicadores de calidad, equidad, eficiencia, efectividad, seguridad, accesibilidad, y satisfacción. En este orden de ideas, se promueve la implementación de las TIC, tomando en cuenta las características sociales y operativas de los escenarios en donde se logran aplicar. Diaz de León-Castañeda, propone varios componentes de la e-salud, tales como sistemas administrativos electrónicos, sistemas de apoyo a la decisión clínica, telemedicina, imagenología, y m-salud. Este último incorpora los dispositivos móviles, y e-learning de amplio uso en la Educación para la Salud, entre otros (1).