Puede la teología decir algo sobre la ciudad, ¿en especial cuando el crecimiento de la ciudad parece no tener fin y los múltiples problemas que esta afronta ponen en riesgo su permanencia en el futuro? Ante los desafíos que enfrenta la ciudad del siglo xxi, han surgido propuestas que ven en la tecnología una alternativa para resolver sus múltiples problemas, con el objetivo de transformarla en el espacio ideal que los “hombres han deseado”. Ante esa necesidad apremiante de salvar la ciudad, la teología (el teólogo) ha de sumarse a esa causa colectiva, contribuyendo a este proyecto salvífico, el cual no es ajeno a la tradición cristiana (cfr. Ap 21, 3). En la manera como se conciba la ciudad (escatológica) y se ejerza la pastoral en la ciudad (acción política) está el aporte de la teología y la Iglesia.