La era digital ha revolucionado profundamente la sociedad en todas sus dimensiones. Rápidamente, los ciudadanos hemos cambiado la forma en que accedemos al conocimiento y compartimos información, así como las formas en que trabajamos, nos orientamos en los espacios o compramos. Incluso, hemos transformado cómo gestionamos nuestra privacidad y nos relacionamos socialmente con la familia, los amigos o la pareja. Estos cambios son tan significativos que diferentes Gobiernos alrededor del mundo han volcado sus esfuerzos en formular y aplicar políticas públicas que promueven tanto la infraestructura como el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). A la par, buscan impulsar el desarrollo de capacidades humanas y empresariales que respondan a las exigencias de la era digital. En este contexto, organismos internacionales (e.g., OCDE, WEF, IFTF) reconocen la necesidad de adaptarse a un mundo en constante evolución y promueven la integración de las TIC en el aprendizaje y la investigación en la educación como una clave para el desarrollo global a largo plazo.