Los Juegos Olímpicos, máxima manifestación festiva del Olimpismo se acaban de celebrar en la ciudad de París. Esta fiesta agonal, que une el deporte con la educación y la cultura es el máximo peldaño en la vida de un deportista de alto rendimiento, es la meta que todo amante del deporte desea alcanzar. Curiosamente, a pesar de ser un encuentro que evoca los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, y que se viene celebrando casi que de forma ininterrumpida (salvo unas pocas excepciones) desde 1896, aún persiste confusión e incluso ignorancia sobre lo que puede denominarse lenguaje olímpico, es decir, conceptos tales como Juegos Olímpicos, Olimpiada y Olimpismo, vocablos que comúnmente son empleados de forma inadecuada e incluso como sinónimos. El objetivo de este artículo es precisamente aportar, desde el análisis y la reflexión, elementos para la clara definición de los términos vinculados con el mundo de lo olímpico.