Introducción: La espirometría es una prueba fundamental en la atención primaria de salud, desempeñando un papel crucial en la evaluación precisa de la función pulmonar y el diagnóstico certero de afecciones respiratorias. Esta técnica no invasiva permite cuantificar los volúmenes y flujos aéreos durante la espiración forzada, facilitando la identificación de patrones restrictivos u obstructivos y la determinación de la gravedad de los trastornos respiratorios. La prevalencia de enfermedades respiratorias a nivel mundial subraya la importancia de esta prueba, ya que millones de personas padecen afecciones como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), lo que representa una carga significativa para los sistemas de salud. La espirometría se ha posicionado como la técnica de elección para confirmar limitaciones en el flujo aéreo y detectar de manera temprana los riesgos asociados a estas patologías, contribuyendo así a la prevención y al control de las mismas. La correcta interpretación de los resultados espirométricos, particularmente los índices de volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1) y la relación FEV1/capacidad vital forzada (FVC), es esencial para establecer un diagnóstico preciso y orientar el tratamiento adecuado. Por otro lado, la capacitación del personal sanitario en la técnica espirométrica y en la interpretación de sus resultados es un aspecto fundamental para garantizar la calidad de la atención y optimizar el manejo de los pacientes con afecciones respiratorias. Es imprescindible la implementación de programas de educación continuada en este ámbito para fortalecer las competencias de los profesionales de la salud y promover el uso racional de esta valiosa herramienta diagnóstica.