Las transformaciones ontológicas que atraviesan las mujeres colombianas por efectos del conflicto armado, que tiene sus raíces en las desigualdades sociales, económicas y políticas, nos permite entender esa ausencia de esencia “mujer” de la que la tradición patriarcal saca provecho para perpetuar las desigualdades. Estas transformaciones ontológicas se muestran en la forzada participación de mujeres en la esfera pública, en sus roles como cabeza de familia, y en la resiliencia que impregna las organizaciones comunitarias de las que hacen parte. Traer a la filosofía feminista posthumanista a este contexto permite analizar e interpretar dichas transformaciones como nuevas formas de “ser en el mundo”, enfatizando en la necesidad de comprendernos como cuerpos permeables y porosos, que llevan en sí las marcas de la violencia, la fuerza de la supervivencia y la necesidad de “generar parentesco” (making kin) para encontrar el sentido de los “horrores de la guerra” y encarnar una nueva forma de “ser más que humanos”.