Desde el año 2000, la ciudad de Cali ha abierto un mercado comercial y laboral centrado en el tatuaje. La formación de quien lo practica, el tatuador, está basada en un proceso social de transmisión de conocimientos artesanales y artísticos para, a través del hacer, aplicar lo aprendido por otros de manera directa o indirecta. El objetivo central de este artículo es describir el proceso de formación y aprendizaje de los/las tatuadores/ras de la ciudad bajo una estrategia metodológica cualitativa, aplicando la observación participante y el uso de entrevistas realizadas entre los años 2015 y 2017 a distintos tatuadores de la ciudad de Cali, en Colombia, para determinar los métodos de aprendizaje, las dificultades que han encontrado durante la formación y el carácter artístico con que se ha dotado a la práctica del oficio.