La IA transforma la enseñanza y el aprendizaje, personalizando contenidos curriculares y utilizando tutores virtuales y modelos predictivos de deserción escolar para mejorar los procesos formativos. Aunque la IA ofrece ventajas en la personalización del aprendizaje y el desempeño académico, plantea desafíos éticos que requieren atención. Es crucial gestionar estas tecnologías para maximizar sus beneficios y minimizar riesgos. El trabajo propone estrategias para integrar la IA en el aula de manera equitativa y beneficiosa, discutiendo también las implicaciones éticas y la necesidad de marcos regulatorios. En conclusión, la IA puede revolucionar la educación superior, pero es esencial abordar sus desafíos éticos y sociales para una integración responsable y sostenible.