El pénfigo hace referencia a un grupo de enfermedades autoinmunitarias, ampollosas y crónicas de la piel cuya prevalencia descrita es de 0,5 a 3,2 casos por 100.000 habitantes. Dentro de las manifestaciones clínicas que lo destacan se resaltan lesiones localizadas o generalizadas consistentes en ampollas flácidas, frágiles poco aparentes sobre una base eritematosa, la piel parece cubierta por escamas y costras; no afecta las mucosas. El diagnóstico se realiza mediante la evaluaciones clínicas, histológica, detección de autoanticuerpos circulantes dirigidos a antígenos específicos y serológicas, una vez se llega con el diagnóstico el siguiente paso consiste en instaurar un adecuado tratamiento, en caso de esta patología , el objetivo del manejo es suprimir el sistema inmunológico para evitar la formación de nuevas lesiones y curar las ampollas existentes en la piel y/o mucosas, al tiempo que se minimizan los efectos secundarios graves del tratamiento, para cumplir con esto, los corticoides son la primera línea sin embargo, la selección del tratamiento debe ajustarse a la gravedad de la enfermedad, la respuesta a la terapia y las características individuales del paciente. Por ello el presente artículo de revisión, se hablará del abordaje actualizado y alternativas terapéuticas nuevas utilizadas en el pénfigo foliáceo.