El reconocimiento del espíritu agonal de los Juegos Olímpicos es deber de todas las personas vinculadas al mundo de la educación física, el deporte, el entrenamiento deportivo y demás áreas afines. En el marco de este proceso de entendimiento, es relevante ahondar en la evolución sufrida por el programa olímpico moderno, haciendo especial énfasis en exhibir aquellas prácticas deportivas que, aunque no han sido presentadas como “oficiales” o integrantes del programa olímpico, si han sido competencias que han pretendido, gracias a la gran “vitrina olímpica”, ser expuestos para su promoción mundial, representar algunos elementos autóctonos de la ciudad y país sede, y quizás ser parte de alguna edición de los Juegos Olímpicos posteriormente.