En el presente artículo resalto la necesidad de reconocer el exilio como una grave y autónoma violación de los derechos humanos que no puede ser obviada en los contextos transicionales. Con ese objetivo, recupero la obra de Mario Benedetti Primavera con una esquina rota y, con base en ella, describo las diferentes dimensiones de la vida que se ven afectadas por el exilio. Algunas de esas dimensiones relativas al daño que provoca el exilio suelen opacarse con el discurso jurídico. De ahí la importancia de propiciar la reflexión a partir de la literatura, para poder ver aquello que el discurso y la teoría jurídica no permiten apreciar. Asimismo, aludo a los tópicos cruzados entre la narrativa y la poesía que justifican el lugar que debe ocupar el exilio en la transición, con lapretensión última de intentar apreciar mejor el fenómeno.