Tres estaciones magnetotelúricas, ubicadas sobre la Cordillera Oriental de Colombia y pertenecientes a la Red Geofísica de la Universidad Nacional de Colombia (TUNJ, USME y VCIO), han sido utilizadas para detectar anomalías espaciales y temporales de la resistividad aparente a una profundidad superior a 200 km, en el período abril de 2018 hasta junio de 2021. A partir de este monitoreo se observó que existen anomalías transitorias horas antes de la crisis sísmica del 23 de abril de 2018 en el Nido Sísmico de Bucaramanga (NSB). Dentro de los principales hallazgos de este trabajo, se pudo identificar una posible asociación entre anomalías de resistividad aparente previas o durante cuatro eventos sísmicos con 3,3 ≤ Mw < 4,3 a una profundidad de 115 ≤ H < 154 km el 23 de abril de 2018. La asociación entre anomalías de resistividad y eventos sísmicos se explica por otros autores como un proceso de migración de fluidos, el cual genera presión de poro que supera el esfuerzo efectivo y provoca el fracturamiento dentro del NSB.